El negocio de las modas

¿ Saben queridos lectores, que siglos atrás las mujeres buscaban estar rellenitas?

Alejadas de los actuales cánones de estética, las mujeres del Barroco no buscaban obtener las actuales medidas perfectas, las famosas 90-60-90, sino que querían parecer más gorditas. Podemos observarlo en pinturas de esta época, de autores como Rubens, las cuales son de formas redondas y entradas en carnes.

Pero esa mentalidad ha cambiado por completo, dando paso a una etapa caracterizada por la imagen que ofrecemos.La sociedad se mueve en torno a esta premisa, con el correspondiente negocio que ésto crea. Modas, pasarelas, revistas, hechiceros africanos,cremas, gimnasios...y así podría continuar durante toda la vida. Además , en especial la moda, es un negocio cambiante, similar al sector tecnológico.

Esto es, cuando uno cree que está ya a la última, descubre que ha salido al mercado algo nuevo que provoca que ya esté desfasado. Nos pasa con el MP3, el DVD o las cazadoras de cuero; el Windows Vista, las Ray-Ban Aviator o la Nintendo DS ;y, porqué no, el Real Madrid, las palestinas (hablamos de ropa) o Afganistán.

Tienen su momento gloria, pero este es efímero.Uno nunca puede afirmar que está a la última, ya que es muy posible que un nuevo producto haya salido al mercado, o sea la última tendencia en las pasarelas. Con su consecuente disgusto de ya no estar vestido con lo más fashion, disgusto que tendrán unos tantos convencidos, pobrecillos, de que ló único que importa en esta veloz vida es la ropa con la que tapan su cuerpo.

Mario RAD