El concierto por antonomasia es un festival. Donde se reúnen muchos artistas y crean el concierto de tu vida. Decenas de conciertos en menos de una semana. Miles de personas en un mismo recinto. Millones de sensaciones , escenas y momentos que se vivirán alrededor de un sólo arte: la música.
La música es la gran conexión de muchas personas. Cada de uno de su madre y de su padre, pero en un festival parece que todos comparten, como mínimo, abuelos musicales. Todo lo que se reune en torno a un festival siempre suele ser positivo, ya que se reúne una grandísima cantidad de personas con ganas de pasarlo bien, con muy buen rollo en el ambiente y la música hace que por momentos nos olvidemos de todos los problemas que existen en nuestra vida. Seguro que en Woodstock nadie tuvo preocupaciones.
Pero lo más importante de un festival, es la música que suena. La gran ventaja de entrar en un festival es la gran cantidad de artistas que se reúnen, todos ellos con una intensidad más potente de la que suelen mostrar en sus conciertos en solitario. El motivo lo encontramos en lo ya dicho, el ambiente de festival es único y se traspasa de uno a otro. Es como si fuera el alma del festival en forma de melodías entrara en cada uno de los asistentes.
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